Una investigación coordinada desde Lleida y Londres revela que 3 de cada 4 mujeres del ámbito sanitario y académico en España ha sufrido acoso sexual

El estudio realizado entre agosto y septiembre de este año se publica hoy en la revista The Lancet Regional Health - Europe

El beso no consentido a Jenni Hermoso y el movimiento #Seacabó ha continuado desatando reacciones más allá del ámbito deportivo. Una investigación coordinada por la responsable del Grupo de Investigación en Cuidados de salud del IRBLleida y profesora de la Universidad de Lleida, Montserrat Gea-Sánchez, y por la Catedrática en Imperial College, en el Reino Unido, Helena Legido-Quigley, en colaboración con Women in Global Health Spain, revela que 3 de cada 4 mujeres encuestadas del ámbito sanitario y académico de España ha sufrido acoso sexual.

El estudio científico, que se ha publicado en la revista The Lancet Regional Health - Europe, revela unos datos alarmantes; el 73,6% de las encuestadas informaron haber sufrido acoso sexual y el 28,7% alguna forma de abuso. Las consecuencias de tales abusos van más allá del daño inmediato: el 34,5% de las víctimas informan de efectos psicológicos duraderos, incluidos disgusto, miedo, ira, vergüenza, ansiedad, depresión, trauma y diversos problemas de salud mental. La recogida de testimonios se iniciaba través de las redes sociales, mediante una encuesta, el pasado 29 de agosto, finalizando el 11 de septiembre tras la recopilación de 345 historias personales, arrojando luz sobre este grave problema generalizado de sexismo y acoso sexual, afectando particularmente a las mujeres vulnerables en posiciones precarias.

"Agradecemos sinceramente cada historia compartida. Estas mujeres, valientes al romper su silencio, son la fuerza motriz detrás del cambio urgente que necesitamos en la academia y en nuestro sistema de salud. Proponemos medidas concretas, como impulsar liderazgos transformadores, implementar políticas integrales de prevención, desafiar la normalización del acoso y evaluar con indicadores medibles. Buscamos erradicar el abuso de poder y sexual, estableciendo un ambiente seguro, respetuoso y propicio para el bienestar de todas las personas" ha señalado, la catedrática en Imperial College, en el Reino Unido, Helena Legido-Quigley.

Precisamente, en respuesta a estos hallazgos, se insta sobre todo a los responsables máximos de Universidades e instituciones de salud a abordar seriamente la desigualdad de género y el respeto a los derechos humanos, reconociendo que el acoso sexual está profundamente conectado con derechos como la igualdad y la justicia social. El estudio propone una serie de recomendaciones:

  1. Promover el equilibrio de género y la diversidad en los roles de liderazgo.
  2. Implementar políticas integrales de prevención más allá de los Protocolos de Igualdad.
  3. Desafiar la normalización a través de sensibilización, campañas y capacitación dinámica.
  4. Integrar la información del protocolo de acoso en los procesos de incorporación.
  5. Desarrollar definiciones claras de acoso sexual y abuso de poder.
  6. Incorporar prácticas de Monitoreo, Evaluación periódica y Aprendizaje.
  7. Promover un enfoque centrado en las víctimas sobrevivientes.
  8. Estrategia de Tolerancia Cero.

"A la luz de la información compartida por las participantes queda claro que las formas de abuso hacia las mujeres por el hecho de ser mujeres continúan normalizadas. Es nuestra obligación y especialmente de las mujeres que tenemos una posición estable, no permitir que estos patrones se continúen reproduciendo entre generaciones. Es imprescindible que la aplicación de la legislación vigente sea real y los gobiernos e instituciones apliquen una política de tolerancia cero hacia el abuso y el acoso sexual mediante las recomendaciones que proponemos" ha matizado la investigadora principal del Grupo de Investigación en Cuidados de salud del IRBLleida y profesora de la Universidad de Lleida, Montserrat Gea-Sánchez.

A finales de agosto, un grupo de investigadoras lanzó la iniciativa invitando a las mujeres del sector sanitario y académico a compartir de forma anónima sus experiencias con el acoso sexual y otras formas de abusos de poder, para averiguar si incidentes como el producido en el ámbito deportivo estaba también presente en los sectores académicos y sanitarios.

"#SeAcabó no es exactamente el #MeToo español, podemos considerarlo más suave porque no señala directamente a los culpables. Sin embargo, se presenta como un señalamiento más radical y directo de las causas estructurales que producen y/o facilitan este tipo de acoso tan presente en nuestra sociedad" ha explicado otras de las investigadoras del estudio y profesora de la Fundación Universidad Pablo de Olavide, Elena González-Rojo.

El acoso sexual experimentado por los participantes en el estudio adopta muchas formas. El abuso verbal que consiste en comentarios inapropiados, ofensivos y humillantes es el tipo más frecuente (53%). Los abusos físicos, como tocamientos, manoseos, besos y abrazos inoportunos, también son frecuentes (44,9%), sobre todo en el sector sanitario. Las insinuaciones sexuales no deseadas y sexuales no deseados y la petición de favores sexuales se dan en el 6,4% de los casos, incluido el acoso Quid Pro Quo. El ciberacoso y los memes sexuales son menos frecuentes, con un 3,8% de las cuentas informan de tales prácticas. Además, varios participantes describieron experiencias de acoso hostil u ofensivo perpetrado por compañeros y colegas en centros de trabajo sanitarios y académicos, concretamente en el 47,5% de las experiencias compartidas.

"El estudio, a la vez, forma parte de un proceso de reparación de las víctimas. Algunas no han hablado de ello o sintieron que no fueron escuchadas. Otorgar voz propia y consideración a su testimonio es una muestra de cómo la ciencia puede y debe contribuir a desvelar desigualdades y discriminaciones de los derechos de las mujeres, en la búsqueda de soluciones efectivas. Este análisis, además, realiza una aportación fundamental en la demostración de que el impacto de la violencia hacia las mujeres no es solo cuando el hecho se produce, sino que se sostiene en el tiempo y que en muchas ocasiones no tiene una respuesta adecuada del sistema público o privado. Ante esa violencia institucional se hace una llamada para una implicación comprometida de cualquier agente social para atender a las víctimas correctamente y sin complicidad con el agresor" ha señalado la investigadora de la Universitat Oberta de Catalunya y periodista especializada en violencia de género, Ana Bernal-Triviño.

Artículo: Article: Blanca Paniello-Castillo, Elena González-Rojo, Thaïs González-Capella, Neus Rosell Civit, Ana Bernal-Triviño, Helena Legido-Quigley, Montserrat Gea-Sánchez, "Enough is Enough": tackling sexism, sexual harassment, and power abuse in Spain's academia and healthcare sector, The Lancet Regional Health - Europe, 2023, 100754,ISSN 2666-7762, https://doi.org/10.1016/j.lanepe.2023.100754.

La responsable del Grupo de Investigación en Cuidados de salud del IRBLleida y profesora de la Universidad de Lleida, Montserrat Gea-Sánchez